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El Libro de Orden nos recuerda que una de las maneras de ser fiel dentro del ministerio de la membresía es «levantarnos mutuamente en oración, cuidado mutuo, y apoyo activo» (G-1.0304). Al reflexionar sobre esta frase, las palabras «mutuamente» y «mutuo» llaman mi atención.

Como muchas personas saben, el Libro de orden en español es una traducción del Book of Order. La Iglesia Presbiteriana (EE. UU.) tiene guías establecidas que impactan la manera en que se escribe y éstas llaman a la iglesia utilizar el lenguaje inclusivo. Sin embargo, el utilizar lenguaje inclusivo en español se convierte en algo dificultoso, porque el idioma añade femeninos y masculinos a casi todas las palabras. Cuando se traduce algo como one another que aparece en el original de esta frase en inglés, usualmente se usa «uno a otro». ¿Qué se puede hacer en este caso para que esta frase pase del masculino a la neutralidad o la inclusión? La manera en que hago esto es utilizar la palabra «mutuamente». Por ejemplo, si tengo que traducir let us love one another utilizó la frase «amémonos mutuamente». De esta manera, el lenguaje es intencionalmente inclusivo y lleva el mensaje y mandamiento de que esto no es una tarea para una persona u otra solamente. Esta es una tarea que emprendemos para otras personas y otras personas emprenden por usted y por mí.

La palabra «mutuo» viene de las palabras mutuel en francés y mūtu(us) en latín. Tiene una conexión con la palabra «mutar» o transformar. Eso hace sentido. Lo que hacemos en la mutualidad nos puede transformar. Cuando oramos mutuamente y sentimos el apoyo y el poder de la oración, esto puede transformar nuestro estado de ánimo y nuestra relación con otras personas. ¿Puede recordar un momento en el que hizo pareja con otra persona y oraron mutuamente? ¿Cómo se sintió? ¿Cómo se sintió la otra persona? ¿Le transformó de alguna manera?

Luego está el aspecto del «apoyo activo». Aunque esta frase no incluye mutualidad, reconoce que nos necesitamos y nos apoyamos mutuamente. Usualmente se necesita poner más de una viga de apoyo para sostener una casa.

Como ancianas y ancianos gobernantes y docentes, Dios nos llama, por medio de nuestros votos de ordenación, a orar y a buscar maneras de servir a la gente con energía, inteligencias, imaginación y amor (W-4.0404h). En ocasiones, prestamos más atención a la última parte de esta oración y olvidamos la primera parte. Oramos y buscamos servir a las personas para crear una mutualidad que llama a la congregación a apoyarnos mutuamente en oración, a practicar cuidado mutuo, y a apoyarnos mutua y activamente. Oramos y buscamos servir a las personas para que la iglesia pueda ser un lugar en donde toda persona pueda estar en comunidad y tener cosas en común, apoyándonos mutuamente si alguien tiene alguna necesidad, y compartiendo el pan en comunidad con corazones alegres y generosos. (Hechos 2,44-47).  

La niñez aprende a través del ejemplo. Lo vemos y lo hacemos. Aprendemos a compartir a través del ejemplo. Aprendemos a tener paciencia a través del ejemplo. Como personas adultas, necesitamos aprender también a través del ejemplo. Aprendemos a compartir mutuamente. Aprendemos a tener paciencia mutua. Esto sucede cuando vivimos en mutualidad y reciprocidad, y cuando nos esforzamos por amarnos mutuamente por medio de la oración, el cuidado, y el apoyo. Mutual love!

Para la reflexión:

  • Reflexione sobre el poder de la oración en su vida y en sus relaciones. ¿Cómo podría comenzar o continuar una disciplina de orar por otras personas?  
  • ¿Qué puede hacer como anciana o anciano gobernante para crear un ambiente de oración, cuidado y apoyo mutuo en su congregación? ¿Cómo puede servir de ejemplo para otras personas?


Marissa Galván Valle es ministra de la Palabra y los Sacramentos de la Iglesia Presbiteriana (EE. UU.). Ella es la editora principal de los recursos en español de la Corporación presbiteriana de publicaciones y sirve en una relación pastoral temporal en la Iglesia Presbiteriana de Beechmont, una iglesia intercultural que adora cada domingo en español e inglés. Ella fue ordenada como anciana gobernante cuando tenía veintiún años de edad.

A lo largo del 2023 y 2024, los artículos mensuales de Regarding Ruling Elders (Respecto a los/as ancianos/as gobernantes) alternarán entre una inmersión profunda en las formas en que los ancianos y ancianas gobernantes disciernen y miden la vida de una congregación a través del ministerio de las membresías e historias sobre cómo los ancianos y ancianas gobernantes están usando su llamado y dones mientras se mueven dentro y fuera de las paredes de la congregación.

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