Un llamado a orar por las Filipinas

La Iglesia Presbiteriana (EEUU) está profundamente apenada por la perdida y la devastación de la República de las Filipinas a causa del Tifón Haiyan (conocido también como el Tifón Yolanda). La denominación está respondiendo activamente a través del Programa Presbiteriano de Asistencia en Desastres y de organizaciones asociadas y también hace un llamado a la oración.

«Pero tu amor, Señor, llega hasta el cielo;
tu fidelidad alcanza al cielo azul.
Tu justicia es como las grandes montañas;
tus decretos son como el mar grande y profundo.
Tú, Señor, cuidas de hombres y animales.

¡Qué maravilloso es tu amor, oh Dios!
¡Bajo tus alas, los hombres buscan protección!
Quedan completamente satisfechos
con la abundante comida de tu casa;
tú les das a beber de un río delicioso,
porque en ti está la fuente de la vida
y en tu luz podemos ver la luz».    Salmo 36:5–9

Dios nuestro señor

Diyos ang aming Panginoon (Tagalog-Filipino)
Thiên Chúa, Chúa chúng ta (Vietnamita)
Shàngdì wǒmen de zhǔ (Chino Mandarín)

Creador del mundo, silenciador de tormentas, nuestro refugio y nuestra fuerza:
nos dirigimos a ti en esta hora dolorosa, de devastación masiva y de muerte.
Te pedimos por tu pueblo en las Filipinas y en otras partes del sudeste de Asia
uniendo nuestros corazones, nuestras oraciones y nuestros gritos con los suyos.
¡Te suplicamos que nos escuches Dios mío! Mira el sufrimiento. Siente las lágrimas. Ven a tu pueblo de la manera que sólo tú puedes hacerlo, Dios de misericordia y gracia.
Sé el refugio para las miles de personas cuyas casas ahora se han convertido en escombros o han sido inundadas;
Sé el sanador de las personas heridas;
Sé la calma para quienes lloran, para quienes hurgan a través de los árboles, y se preguntan: «¿Dónde está mi ser querido? ¿Por qué a nosotros/as? »
Amado Señor, siente el dolor, porque Tú nos conoces por dentro, el corazón y el alma de
tu pueblo palpita con una angustia que solo tú puedes soportar, que solamente tú puedes sostener a la sombra de tus alas.

Guarda

  • a los granjeros/as que perdieron sus cultivos;
  • a los pescadores/as cuyos barcos se volvieron parte del mar;
  • a los/as aldeanos/as que no tienen hogar;
  • a las personas que están esperando a ser rescatadas.

Dios nuestro Señor, se el Salvador para todo tu pueblo.
Dios, fuente de vida y luz de luz,
Llena a tu pueblo con esperanza en estos tiempos de desesperanza.
Sé la luz en lo que será un largo camino en la oscuridad.

Fortalece

  • a los/as trabajadores de rescate y ayuda con determinación y valentía;
  • A los/as doctores/as y a las/os enfermeras/os que sufren de agotamiento y desgaste mientras atienden a un sinnúmero de personas damnificadas con escasos recursos.

Dios nuestro Señor, se nuestra fuerza cuando tu pueblo se encuentre débil y agotado.

Provee

  • alimento para cientos de miles que pasan hambre;
  • agua para calmar la sed;
  • medicina para quienes necesiten salud;
  • Esperanza para quienes la han perdido.

«Por lo tanto, mi Dios les dará a ustedes todo lo que les falte, conforme a las gloriosas riquezas que tiene en Cristo Jesús». Filipenses 4:19

Llama a tu pueblo a la oración, movilízale a la compasión, e incítale a la acción aquí y alrededor del mundo, con lo que tú nos ofreces.

Señor, en tu misericordia, escucha nuestra oración.
Cristo Señor, ten piedad de tu pueblo.
Señor Espíritu, danos tu paz.

Amén.

Neal Presa
Moderador de la  220va  Asamblea General (2012)

Gradye Parsons,
Secretario permanente de la Asamblea General

Linda Bryant Valentine,
Directora ejecutiva de la Agencia de misión presbiteriana

Call to Prayer for the Philippines - English

필리핀을 위한 기도요청