En el día de hoy presenciamos las intervenciones televisadas de los presidentes de Cuba y los Estados Unidos en las que ambos mandatarios reconocieron la necesidad de poner fin a la hostilidad de más de medio siglo y restablecer las relaciones diplomáticas entre nuestros dos países para ir dando pasos que conduzcan a la normalización de las relaciones. También fue divulgada la grata noticia de la liberación del Sr. Alan Gross y otros encarcelados en Cuba, así como de los tres prisioneros cubanos en territorio norteamericano, que permite su ansiada reunificación familiar.

La Iglesia Presbiteriana-Reformada en Cuba da gracias a Dios y celebra con regocijo estos acuerdos. Durante décadas hemos tendido puentes de encuentro con el intercambio de visitas entre iglesias cubanas y estadounidenses; nos hemos enfrascado en contribuir al ideal evangélico de esforzarnos por alcanzar la paz y la justicia; y hemos levantado nuestra voz en contra de las duras medidas económicas y comerciales que ha impuesto la política norteamericana a nuestros pueblos.

De igual modo hemos recibido el respaldo decidido de la hermana Iglesia Presbiteriana en los EE.UU., mediante resoluciones y conversaciones oficiales con líderes del Congreso y representantes del gobierno.

Reconocemos los esfuerzos del Vaticano, en la persona del Papa Francisco I, así como del gobierno de Canadá, en la consecución de estos entendimientos. Confiamos que está más cerca una era de paz para nuestras naciones, justamente en vísperas de la celebración de la Navidad que nos recuerda el propósito divino de paz y buena voluntad para nuestra tierra.

Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz a los que gozan de su buena voluntad” (Lucas 2:14.  NVI)

Dr. Reinerio Arce Valentín
Moderador

Rev. Daniel Izquierdo Hernández
Secretario General 

Rev. Francisco Marrero Gutiérrez
Presidente del Concilio