Después de haber salido de Guatemala nueve años atrás, Viviana Vanegas y su familia se unieron a la Iglesia Presbiteriana Bethel en Kingston, Tennessee, cerca de Knoxville. Vanegas, su esposo Orlando y sus tres hijos fueron los únicos inmigrantes de la congregación de 264-miembros.

Desde entonces, otra familia de inmigrantes se ha unido y Vanegas ha sido ordenado como anciana gobernante. El da clases de español para niños y adultos en su congregación. También ha ayudado a organizar un grupo que se reúne periódicamente para estudiar la Biblia y para promover temas de inmigración. El pastor de Bethel, Wendy Neff, es parte del grupo.

Vanegas, que creció siendo Católica, dice que lo que la llevó a la iglesia presbiteriana fue la gente. «Fueron muy amables y querían a mis hijos. Ahora la iglesia es mi familia».

La congregación ha apoyado Vanegas, así como también ella se ha involucrado cada vez más en promover la reforma migratoria. La madre de 46años de edad se encontraba en Washington DC desde el 26 al 28 de abril para un evento patrocinado por We Belong Together, una coalición nacional que se describe como «mujeres con sentido común sobre la reforma migratoria».

Vanegas se unió a unas 1.200 personas en un mitin para exigir al presidente Obama detener la deportación de inmigrantes. Doce manifestantes fueron arrestados por sentarse en frente de la Casa Blanca con los brazos esposados y negándose a moverse. El acto de desobediencia civil fue una respuesta a lo que los organizadores llamaron «una epidemia de deportaciones».

De acuerdo con We Belong Together, más de 6 millones de personas han sido deportadas de los Estados Unidos desde 1986. La coalición también dice que actualmente 5,5 millones de niños en los Estados Unidos tienen al menos un padre indocumentado y corren el riesgo de perder uno o ambos padres a causa de la deportación.

Sabes, me siento como que ya no estoy sola...

Hace casi una década, debido al incremento y a los efectos de un sistema inservible de inmigración en lis EE.UU., trajo consigo nuevos retos a las congregaciones. La 216a Asamblea General (2004) de la Iglesia Presbiteriana (EE.UU.)  autorizó la creación de una Oficina de Asuntos de Inmigración. Las asambleas generales han solicitado reiteradamente que las reformas migratorias integrales darían prioridad a mantener a las familias unidas.

Teresa Waggener, coordinadora de asuntos de inmigración para la Iglesia Presbiteriana (EE.UU.), dice que la participación de los miembros de la iglesia como Viviana Vanegas es la clave para lograr el cambio.

«La política de la iglesia sobre inmigración proviene de la acción de la Asamblea General que fue redactada y votada por los miembros», dice Waggener. «Sólo tiene sentido que las acciones de la iglesia con respecto a de la inmigración tengan que ver con sus miembros. La Oficina de Asuntos de Inmigración está aquí para apoyar a esos miembros, como Viviana, que tienen entusiasmo de apoyar una reforma migratoria justa, con recursos, información y establecimiento de contactos».

Waggener alienta a los presbiterianos de conectarse con otras personas involucradas en temas de inmigración para unirse a la coalición de defensa presbiteriana para una inmigración justa. Los miembros de la coalición reciben actualizaciones sobre los desarrollos relacionados con la inmigración y la información sobre los eventos de capacitación, seminarios y otros recursos.

Vanegas dice que ella se enteró de los presbiterianos para una Inmigración Justa a través de un miembro de su congregación, y llamó a la oficina de Waggener para saber más. La conexión con la iglesia nacional condujo a su participación el agosto pasado en Big Tent, una celebración de la misión y el ministerio de la Iglesia Presbiteriana (EE.UU.) en Louisville, Kentucky.

«Sabes, me siento como que ya no estoy sola», dice Vanegas acerca su participación en los presbiterianos para una inmigración justa. «Tengo gente que me apoya, que entienden por qué estoy aquí».

Ella desea que más ciudadanos estadounidenses entiendan que los inmigrantes «son personas como ellos, que están en busca de una vida mejor, que el trabajan duro y quieren a los EE.UU.» Ella cree que los presbiterianos que apoyan la justicia para los inmigrantes pueden hacer una diferencia.

Ella dice «Estoy pidiendo a la gente a actuar». «Se puede escribir una carta. Pueden hacer una llamada telefónica. Las personas que pueden votar tienen el poder de cambiar las cosas.»

Para aprender más e unirse a los Presbiterianos para una Inmigración justa.

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