Uno de mis aspectos favoritos acerca de ser Presbiteriana es que no importa lo que estemos llamados a hacer dentro de la vida de la Iglesia, estamos llamados a hacerlo en comunidad. Sabemos que al estar llamado a trabajar juntos, lo cual a veces hace las cosas mucho más fáciles y otras más difíciles; depende de cómo nos guste trabajar. Pero en la vida de la Iglesia, estamos llamados a «hacer» y «ser» la iglesia juntos. Jesús nos dio este ejemplo cuando llamo a los doce discípulos a comprometerse en el ministerio con él, e incluso cuando les pidió establecerse en una tarea específica y los envió de dos en dos.

Sabiendo esto, los/as ancianos/as gobernantes son llamados/as a participar en la comunidad dentro y fuera de la iglesia. Sí, incluso fuera del consistorio y de las reuniones del comité, aunque esas reuniones pueden ser buenos lugares para comenzar a edificar y fomentar relaciones más profundas en la comunidad, ya que atienden las necesidades y el ministerio de la iglesia.

«[Jesús] llamó a los doce discípulos, y comenzó a enviarlos de dos en dos…» Marcos 6:7

Hay muchas maneras de edificar una comunidad fuera del espacio para reuniones, pero aquí doy algunas maneras prácticas que podrían ser consideradas para fomentar el liderazgo y las relaciones dentro de la comunidad.

      • Servir la comunión casa por casa– Formen parejas de anciano/as gobernantes, diáconos y diaconisas para servir la comunión  en las casas de las personas que deseen recibirla en los días que se sirve la comunión en la congregación. Aquellos que han participado en nuestra congregación, a pesar de que empezaron con vacilación, regresan con un sentido de renovación espiritual. Al servir  la comunión y orar con alguien que no puede venir a la iglesia, es siempre un acto de gran alcance y en particular cuando se sirve de dos en dos. (Libro de Orden, W-3.3616e)
      • Lidere durante la adoración – Piense en las maneras como usted puede ayudar en el liderazgo de la adoración, ya sea como liturgista o de alguna otra manera. La conexión visual y aditiva procedente de las voces y las personas que invitan al Espíritu dentro de ese espacio en ese momento, es la que edifica los vínculos.  Participar en la oración en comunidad o para un individuo durante la adoración, y/o de manera personal uno a uno, enriquece su propio liderazgo espiritual durante su participación en la vida y en el ministerio de otros.
      • Crear una misión y  un proyecto de servicio para los domingos – Las comunidades de fe están tomando cada vez más oportunidades durante el tiempo de adoración del domingo para ayudar periódicamente a la comunidad a través de un servicio como acto del culto para ese día. Tome la iniciativa y lleve a un grupo con usted en uno de los proyectos de servicio. Para que esto suceda el servicio de adoración no tiene que cancelarse. De hecho, la congregación donde servía tenía de 3 a 4 líderes que formaban grupos después de habérseles encargado antes de empezar el servicio de adoración. Ellos visitaron lugares como Hábitat for Humanity, programas locales de educación, y los miembros del coro salieron de la iglesia como un « Coro al Cuidado» para cantarle a las personas que no podían salir de casa. Las personas que estaban allí después del servicio, tuvieron la oportunidad de preparar almuerzos para otro refugio local. Así, todos pudieron participar incluso si no podían salir del recinto físicamente.
      • Sea anfitrión/a de una reunión con un/a compañero/a de otra religión– Con un poco más de planificación, la participación en un programa o retiro con la intención de diálogo y aprendizaje interreligioso es una gran manera de conectarse con la comunidad más allá de su iglesia e incluso más allá de su propio elemento. Debido a las noticias de primera plana acerca de los grupos extremistas islámicos y un llamado a hacer algo para poder comprender los sucesos, nuestra congregación celebró recientemente un retiro de mujeres junto a una organización local de nuestras hermanas musulmanas. Hemos aprendido más sobre el Islam y participamos en una conversación más íntima dentro de pequeños grupos. La diversidad fue lo maravilloso de esta experiencia, ya que vino de ellos y también fue lo que ellas vieron en nosotros. A todos nos sorprendió pero profundizamos la comprensión del uno al otro.

La clave en todo esto es acordarse de hacer la obra del ministerio juntos. Nunca subestime el  llamado durante este tiempo de servicio en su vida e incluso el impacto que puedan tener los gestos más simples en su comunidad de fe.

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La Rev. Irene Pak sirve como Pastora Asociada en la Iglesia Stone of Willow Glen en San José, California. Anteriormente, sirvió como Pastora Asociada para el Ministerio en Ingles de la Iglesia Presbiteriana Coreana Daesung en Sunnyvale, California. Irene también sirvió en la Oficina de Justicia y Defensa Racial de la IP(EE.UU.) durante un año. Le encanta leer, tocar la guitarra y el violonchelo, y disfrutar una buena comida.