“... ya no son extranjeros. Al contrario, ahora forman parte de su pueblo y tienen todos los derechos; ahora son de la familia de Dios. Todos los miembros de la iglesia son como un edificio, el cual está construido ...” Efesios 2:19–22 (TLA)

Cristo llama a la iglesia a luchar por una existencia donde no haya exiliados y todas las personas tengan un espacio en el hogar de Dios. El presidente de los Estados Unidos declaró un estado de emergencia en nuestra frontera sur. Lo que él llama una crisis de seguridad nacional, utilizando nuestras leyes, es muy diferente de la realidad de quienes viven en la frontera y quienes esperan en México para buscar asilo y protección en los Estados Unidos.

Cada nación tiene el derecho de proteger sus fronteras, pero eso no nos exime de nuestra obligación internacional para con aquellas personas que buscan seguridad. Nosotros, como iglesia, estamos llamados a hacerlo mejor, a ser mejores. Con la paz reconciliadora de Cristo, podemos guiarnos en el trabajo de brindar ayuda, protección y seguridad a quienes buscan un lugar seguro.

En este mensaje, el Reverendo Jimmie Hawkins, director de la Oficina de Testimonio Público, alienta a la membresía de la Iglesia Presbiteriana a participar y abogar por el cambio. Él entrega esta invocación desde un cementerio en el condado de Brooks, Texas, donde más de 200 cuerpos de migrantes no identificados han sido descubiertos en fosas comunes. Nunca debemos olvidar lo fácilmente que caemos en formas pecaminosas y cómo las divisiones falsas alimentan ese pecado. Así como nunca podemos olvidar que el camino a la redención está abierto para todos nosotros. Descubre como involucrarte en este ministerio. (Subtítulos en español).

 

Jimmie Hawkins on immigration from Office of the General Assembly on Vimeo.

 
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