Daily Readings
August 19, 2020
*Two different lectionary systems are provided above: the two-year Daily Lectionary (cycles 1 and 2) and the three-year Revised Common Lectionary (cycles A, B, and C).
Morning
Salmos 15; 147:1-11
First Reading
Jueces 18:16-31
Second Reading
Hechos 8:14-25
Gospel Reading
Juan 6:1-15
Evening
Salmos 48; 4
Morning Reading 1
Salmos 15
1 Señor,
¿quién puede residir en tu santuario?,
¿quién puede habitar en tu santo monte?
2 Sólo el que vive sin tacha y practica la justicia;
el que dice la verdad de todo corazón;
3 el que no habla mal de nadie;
el que no hace daño a su amigo
ni ofende a su vecino;
4 el que mira con desprecio a quien desprecio merece,
pero honra a quien honra al Señor;
el que cumple sus promesas aunque le vaya mal;
5 el que presta su dinero sin exigir intereses;
el que no acepta soborno en contra del inocente.
El que así vive, jamás caerá.
Morning Reading 2
Salmos 147:1-11
1 ¡Aleluya!
¡Qué bueno es cantar himnos a nuestro Dios!
¡A él se le deben dulces alabanzas!
2 El Señor reconstruye a Jerusalén
y reúne a los dispersos de Israel.
3 Él sana a los que tienen roto el corazón,
y les venda las heridas.
4 Él determina el número de las estrellas,
y a cada una le pone nombre.
5 Grande es nuestro Dios, y grande su poder;
su inteligencia es infinita.
6 El Señor levanta a los humildes,
pero humilla por completo a los malvados.
7 Canten al Señor con gratitud;
canten himnos a nuestro Dios, al son del arpa.
8 Él cubre de nubes el cielo,
prepara la lluvia para la tierra,
hace crecer los pastos en los montes,
9 da de comer a los animales
y a las crías de los cuervos cuando chillan.
10 No es la fuerza del caballo ni los músculos del hombre
lo que más agrada al Señor;
11 a él le agradan los que lo honran,
los que confían en su amor.
First Reading
Jueces 18:16-31
16 Mientras tanto, los seiscientos soldados danitas bien armados esperaban a la puerta. 17 Los cinco espías entraron antes en la casa y tomaron el ídolo tallado y recubierto de plata, y el efod y los dioses familiares, mientras el sacerdote se quedaba a la puerta con los seiscientos soldados.
18 Al ver el sacerdote que los cinco entraban en casa de Micaías y tomaban el ídolo, el efod y los dioses familiares, les dijo:
—¿Qué están haciendo?
19 Y ellos le contestaron:
—¡Cállate, y ven con nosotros! ¡Queremos que nos sirvas como sacerdote y que seas como un padre para nosotros! ¿No te parece que es mejor ser sacerdote de toda una tribu de Israel, que de la familia de un solo hombre?
20 Esto le gustó al sacerdote, y tomando el ídolo, el efod y los dioses familiares, se fue con los danitas, 21 los cuales se pusieron nuevamente en marcha con los niños, el ganado y sus posesiones al frente. 22 Ya habían caminado bastante cuando Micaías y sus vecinos se juntaron y salieron a perseguirlos. 23 Al oír los gritos de los que los perseguían, los danitas se volvieron y le preguntaron a Micaías:
—¿Qué te pasa? ¿Por qué nos gritas tanto?
24 Y Micaías les respondió:
—Ustedes se llevan mis dioses, que yo había hecho, y se llevan también a mi sacerdote, y me dejan sin nada, ¿y todavía se atreven a preguntarme qué me pasa?
25 Pero los danitas le contestaron:
—No nos alces la voz, no sea que algunos de los nuestros pierdan la paciencia y te ataquen, y acaben perdiendo la vida tanto tú como tus familiares.
26 Al ver Micaías que ellos eran muchos, regresó a su casa; pero los danitas siguieron su camino 27 con las cosas que Micaías había hecho, y con su sacerdote, y llegaron hasta Lais. Allí la gente estaba tranquila y confiada, de modo que los danitas mataron a todos a filo de espada y quemaron la ciudad. 28 Como la ciudad estaba lejos de Sidón, y no tenía relaciones con nadie, no hubo quien la defendiera. Estaba en el valle que pertenece a Bet-rehob. Después los danitas reconstruyeron la ciudad y se quedaron a vivir en ella. 29 Aunque antes se llamaba Lais, ellos la llamaron Dan, en honor de su antepasado del mismo nombre, que era hijo de Israel. 30 Allí los danitas colocaron el ídolo tallado, para adorarlo, y su sacerdote fue Jonatán, hijo de Guersón y nieto de Moisés. Después los descendientes de Jonatán fueron sacerdotes de los danitas, hasta el exilio. 31 Allí estuvo entre ellos el ídolo que Micaías había hecho, todo el tiempo que el santuario del Señor estuvo en Siló.
Second Reading
Hechos 8:14-25
14 Cuando los apóstoles que estaban en Jerusalén supieron que los de Samaria habían aceptado el mensaje de Dios, mandaron allá a Pedro y a Juan. 15 Al llegar, oraron por los creyentes de Samaria, para que recibieran el Espíritu Santo. 16 Porque todavía no había venido el Espíritu Santo sobre ninguno de ellos; solamente se habían bautizado en el nombre del Señor Jesús. 17 Entonces Pedro y Juan les impusieron las manos, y así recibieron el Espíritu Santo.
18 Simón, al ver que el Espíritu Santo venía cuando los apóstoles imponían las manos a la gente, les ofreció dinero, 19 y les dijo:
—Denme también a mí ese poder, para que aquel a quien yo le imponga las manos reciba igualmente el Espíritu Santo.
20 Entonces Pedro le contestó:
—¡Que tu dinero se condene contigo, porque has pensado comprar con dinero lo que es un don de Dios! 21 Tú no tienes ningún derecho a recibirlo, porque delante de Dios tu corazón no es recto. 22 Abandona esta maldad tuya, y ruega a Dios, para ver si te perdona el haber pensado así. 23 Porque veo que estás lleno de amargura y que la maldad te tiene preso.
24 Simón contestó:
—Oren ustedes al Señor por mí, para que no me pase nada de esto que me han dicho.
25 Después de dar testimonio y de comunicar la palabra del Señor, los apóstoles anunciaron la buena noticia en muchas de las aldeas de Samaria, y regresaron a Jerusalén.
Gospel Reading
Juan 6:1-15
1 Después de esto, Jesús se fue al otro lado del Lago de Galilea, que es el mismo Lago de Tiberias. 2 Mucha gente lo seguía, porque habían visto las señales milagrosas que hacía sanando a los enfermos. 3 Entonces Jesús subió a un monte, y se sentó con sus discípulos. 4 Ya estaba cerca la Pascua, la fiesta de los judíos. 5 Cuando Jesús miró y vio la mucha gente que lo seguía, le dijo a Felipe:
—¿Dónde vamos a comprar pan para toda esta gente?
6 Pero lo dijo por ver qué contestaría Felipe, porque Jesús mismo sabía bien lo que había de hacer. 7 Felipe le respondió:
—Ni siquiera el salario de doscientos días bastaría para comprar el pan suficiente para que cada uno recibiera un poco.
8 Entonces Andrés, que era otro de sus discípulos y hermano de Simón Pedro, le dijo:
9 —Aquí hay un niño que tiene cinco panes de cebada y dos pescados; pero, ¿qué es esto para tanta gente?
10 Jesús respondió:
—Díganles a todos que se sienten.
Había mucha hierba en aquel lugar, y se sentaron. Eran unos cinco mil hombres. 11 Jesús tomó en sus manos los panes y, después de dar gracias a Dios, los repartió entre los que estaban sentados. Hizo lo mismo con los pescados, dándoles todo lo que querían. 12 Cuando ya estuvieron satisfechos, Jesús dijo a sus discípulos:
—Recojan los pedazos sobrantes, para que no se desperdicie nada.
13 Ellos los recogieron, y llenaron doce canastas con los pedazos que sobraron de los cinco panes de cebada. 14 La gente, al ver esta señal milagrosa hecha por Jesús, decía:
—De veras éste es el profeta que había de venir al mundo.
15 Pero como Jesús se dio cuenta de que querían llevárselo a la fuerza para hacerlo rey, se retiró otra vez a lo alto del cerro, para estar solo.
Evening Reading 1
Salmos 48
1 ¡El Señor es grande y digno de alabanza
en la ciudad de nuestro Dios.
Su santo monte, 2 hermosa en elevación,
es la alegría de toda la tierra,
el monte Sión, en el extremo norte,
la ciudad del gran Rey.
3 En sus palacios Dios
se ha mostrado defensa segura.
4 Entonces los reyes se reunieron,
vinieron juntos.
5 Al verla quedaron asombrados;
se atemorizaron y huyeron;
6 el temor los dominó,
dolores como de mujer de parto,
7 como cuando el viento del este destruye
los barcos de Tarsis.
8 Como hemos oído, así hemos visto
en la ciudad del SEÑOR de los ejércitos,
en la ciudad de nuestro Dios,
que Dios la establece para siempre. Selah
9 Meditamos en tu amor fiel, oh Dios,
en medio de tu templo.
10 Tu nombre, oh Dios, como tu alabanza,
llega hasta los confines de la tierra.
Tu mano derecha está llena de victoria.
11 Alégrese el monte Sión,
las ciudades de Judá se regocijen
por tus juicios.
12 Recorran Sión, den la vuelta a su alrededor,
cuenten sus torres;
13 consideren bien sus murallas,
pasen revista a sus palacios,
para contar a la siguiente generación
14 que este es Dios,
nuestro Dios para siempre jamás.
Él nos guiará eternamente.
Evening Reading 2
Salmos 4
1 Dios y defensor mío,
¡contéstame cuando te llame!
Tú, que en mi angustia me diste alivio,
¡ten compasión de mí y escucha mi oración.
2 ¿Hasta cuándo, ustedes, ofenderán mi honor?
¿Hasta cuándo amarán palabras vanas
y buscarán mentiras? Selah
3 Pero sepan que el Señor aparta para sí a los fieles;
el Señor escucha cuando lo llamo.
4 Cuando estén angustiados, no pequen;
mediten en su lecho y enmudezcan. Selah
5 Ofrezcan sacrificios rectos
y confíen en el Señor.
6 Muchos dicen: “¡Ojalá veamos algo bueno!
Que brille sobre nosotros la luz de tu rostro, Señor.”
7 Has puesto alegría en mi corazón
más que cuando abundan su grano y su vino.
8 Yo me acostaré y dormiré en paz,
porque solo tú, Señor, me haces vivir seguro.
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