Daily Readings
September 21, 2024
*Two different lectionary systems are provided above: the two-year Daily Lectionary (cycles 1 and 2) and the three-year Revised Common Lectionary (cycles A, B, and C).
Morning
Salmos 56; 149
First Reading
Esther 2:5-8, 15-23
Second Reading
Hechos 17:16-34
Gospel Reading
Juan 12:44-50
Evening
Salmos 118; 111
Morning Reading 1
Salmos 56
(1) Del maestro de coro, según la melodía de «La paloma de los dioses lejanos». Poema de David, cuando los filisteos lo capturaron en Gat.
1 (2) Ten compasión de mí, Dios mío,
pues hay gente que me persigue;
a todas horas me atacan y me oprimen.
2 (3) A todas horas me persiguen mis enemigos;
son muchos los que me atacan con altanería.
3 (4) Cuando tengo miedo, confío en ti.
4 (5) Confío en Dios y alabo su palabra;
confío en Dios y no tengo miedo.
¿Qué me puede hacer el hombre?
5 (6) A todas horas me hieren con palabras;
sólo piensan en hacerme daño.
6 (7) Andan escondiéndose aquí y allá,
siguiéndome los pasos,
esperando el momento de matarme.
7 (8) ¿Acaso escaparán de su propia maldad?
Oh, Dios, humilla a los pueblos con tu enojo.
8 (9) Tú llevas la cuenta de mis huidas;
tú recoges cada una de mis lágrimas.
¿Acaso no las tienes anotadas en tu libro?
9 (10) Mis enemigos se pondrán en retirada
cuando yo te pida ayuda.
Yo sé muy bien que Dios está de mi parte.
10 (11) Confío en Dios y alabo su palabra;
confío en el Señor y alabo su palabra;
11 (12) confío en Dios y no tengo miedo.
¿Qué me puede hacer el hombre?
12 (13) Las promesas que te hice, oh Dios,
te las cumpliré con alabanzas,
13 (14) porque me has salvado de la muerte,
porque me has librado de caer,
a fin de que yo ande en la luz de la vida,
en la presencia de Dios.
Morning Reading 2
Salmos 149
1 ¡Aleluya!
Canten al Señor un canto nuevo;
alábenlo en la comunidad de los fieles.
2 Alégrense los israelitas, el pueblo de Sión,
porque Dios es su Creador y Rey.
3 Alaben su nombre con danzas,
cántenle himnos al son de arpas y panderos.
4 Porque el Señor se complace en su pueblo;
da a los humildes el honor de la victoria.
5 Alégrense los fieles con el triunfo,
y aun dormidos canten de alegría.
6 Haya alabanzas a Dios en sus labios,
y en su mano una espada de dos filos
7 para vengarse de los paganos,
para castigar a las naciones,
8 para encadenar a los reyes y gente poderosa
con pesadas cadenas de hierro,
9 para cumplir en ellos la sentencia escrita.
¡Esto será una honra para todos sus fieles!
¡Aleluya!
First Reading
Esther 2:5-8, 15-23
5 En la ciudadela de Susa vivía un judío llamado Mardoqueo, hijo de Jaír, y descendiente de Simí y de Quis, de la tribu de Benjamín. 6 Era uno de los muchos que el rey Nabucodonosor de Babilonia había desterrado de Jerusalén junto con Jeconías, rey de Judá. 7 Mardoqueo tenía una prima, huérfana de padre y madre, que él había adoptado como hija cuando sus padres murieron. Se llamaba Hadasá, o Ester, y era muy bella y de hermoso porte. 8 Cuando el edicto del rey se publicó y muchas jóvenes fueron reunidas en el palacio real de la ciudadela de Susa y puestas bajo el cuidado de Hegai, el guardián de las mujeres, entre ellas estaba Ester.
15 Cuando a Ester, hija de Abihail, tío de Mardoqueo, le tocó presentarse ante el rey, sólo llevó lo que le había indicado Hegai, hombre de confianza del rey y guardián de las mujeres. Para entonces, Ester se había ganado ya la simpatía de todos los que la trataban. 16 Ester fue llevada al palacio real para presentarse ante el rey Asuero, en el mes décimo, también llamado Tébet, del séptimo año de su reinado. 17 Y Asuero se enamoró de Ester como nunca se había enamorado de ninguna otra mujer, y de tal manera se ganó ella el cariño de Asuero, que éste la favoreció más que a todas las otras jóvenes que habían estado con él, y le puso la corona real en la cabeza y la nombró reina en lugar de Vasti. 18 Luego dio un gran banquete en honor de Ester, al que invitó a todos los funcionarios y colaboradores de su reino, rebajó impuestos a las provincias y repartió muchos regalos, como corresponde a la generosidad de un rey.
19 Por los días en que las jóvenes eran llevadas a la otra sección del palacio de las mujeres, Mardoqueo estaba sentado a la puerta del palacio real. 20 Tal como le había aconsejado Mardoqueo, Ester no había dicho nada acerca de su pueblo ni de su familia, sino que seguía cumpliendo las instrucciones que Mardoqueo le había dado, como cuando estaba bajo su protección. 21 Mientras Mardoqueo estaba sentado a la puerta del palacio real, oyó hablar a Bigtán y Teres, dos oficiales de la guardia real que vigilaban la entrada del palacio. Éstos, muy enojados, hacían planes para asesinar al rey Asuero. 22 Cuando Mardoqueo supo de este complot, se lo contó a la reina Ester, quien a su vez lo comunicó al rey de parte de Mardoqueo. 23 El asunto fue investigado y, al descubrirse que era cierto, los dos oficiales fueron condenados a la horca. De este hecho se dejó constancia, en presencia del rey, en el libro en que se escribía la historia de la nación.
Second Reading
Hechos 17:16-34
16 Mientras Pablo esperaba en Atenas a Silas y Timoteo, se indignó mucho al ver que la ciudad estaba llena de ídolos. 17 Por eso discutía en la sinagoga con los judíos y con otros que adoraban a Dios, y cada día discutía igualmente en la plaza con los que allí se reunían. 18 También algunos filósofos epicúreos y estoicos comenzaron a discutir con él. Unos decían:
—¿De qué habla este charlatán?
Y otros:
—Parece que es propagandista de dioses extranjeros.
Esto lo decían porque Pablo les anunciaba la buena noticia acerca de Jesús y de la resurrección. 19 Entonces lo llevaron al Areópago, y le preguntaron:
—¿Se puede saber qué nueva enseñanza es ésta que tú nos traes? 20 Pues nos hablas de cosas extrañas, y queremos saber qué significan.
21 Y es que todos los atenienses, como también los extranjeros que vivían allí, sólo se ocupaban de oír y comentar las últimas novedades.
22 Pablo se levantó en medio de ellos en el Areópago, y dijo:
«Atenienses, por todo lo que veo, ustedes son gente muy religiosa. 23 Pues al mirar los lugares donde ustedes celebran sus cultos, he encontrado un altar que tiene escritas estas palabras: “A un Dios no conocido”. Pues bien, lo que ustedes adoran sin conocer, es lo que yo vengo a anunciarles.
24 »El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que hay en él, es Señor del cielo y de la tierra. No vive en templos hechos por los hombres, 25 ni necesita que nadie haga nada por él, pues él es quien nos da a todos la vida, el aire y las demás cosas.
26 »De un solo hombre hizo él todas las naciones, para que vivan en toda la tierra; y les ha señalado el tiempo y el lugar en que deben vivir, 27 para que busquen a Dios, y quizá, como a tientas, puedan encontrarlo, aunque en verdad Dios no está lejos de cada uno de nosotros. 28 Porque en Dios vivimos, nos movemos y existimos; como también algunos de los poetas de ustedes dijeron: “Somos descendientes de Dios.” 29 Siendo, pues, descendientes de Dios, no debemos pensar que Dios sea como las imágenes de oro, plata o piedra que los hombres hacen según su propia imaginación. 30 Dios pasó por alto en otros tiempos la ignorancia de la gente, pero ahora ordena a todos, en todas partes, que se vuelvan a él. 31 Porque Dios ha fijado un día en el cual juzgará al mundo con justicia, por medio de un hombre que él ha escogido; y de ello dio pruebas a todos cuando lo resucitó.»
32 Al oír eso de la resurrección de los muertos, unos se burlaron y otros dijeron:
—Ya te oiremos hablar de esto en otra ocasión.
33 Entonces Pablo los dejó. 34 Pero algunos lo siguieron y creyeron. Entre ellos estaba Dionisio, que era uno de los miembros del Areópago, y también una mujer llamada Dámaris, y otros más.
Gospel Reading
Juan 12:44-50
44 Jesús dijo con voz fuerte: «El que cree en mí, no cree solamente en mí, sino también en el Padre, que me ha enviado. 45 Y el que me ve a mí, ve también al que me ha enviado. 46 Yo, que soy la luz, he venido al mundo para que los que creen en mí no se queden en la oscuridad. 47 Pero a aquel que oye mis palabras y no las obedece, no soy yo quien lo condena; porque yo no vine para condenar al mundo, sino para salvarlo. 48 El que me desprecia y no hace caso de mis palabras, ya tiene quien lo condene: las palabras que yo he dicho lo condenarán en el día último. 49 Porque yo no hablo por mi cuenta; el Padre, que me ha enviado, me ha ordenado lo que debo decir y enseñar. 50 Y sé que el mandato de mi Padre es para vida eterna. Así pues, lo que yo digo, lo digo como el Padre me ha ordenado.»
Evening Reading 1
Salmos 118
1 Den gracias al Señor, porque él es bueno,
porque su amor es eterno.
2 Que digan los israelitas:
«El amor del Señor es eterno.»
3 Que digan los sacerdotes:
«El amor del Señor es eterno.»
4 Que digan los que honran al Señor:
«El amor del Señor es eterno.»
5 En mi angustia llamé al Señor;
él me escuchó y me dio libertad.
6 El Señor está conmigo; no tengo miedo.
¿Qué me puede hacer el hombre?
7 El Señor está conmigo; él me ayuda.
¡He de ver derrotados a los que me odian!
8 Es mejor confiar en el Señor
que confiar en el hombre.
9 Es mejor confiar en el Señor
que confiar en grandes hombres.
10 Todas las naciones me rodearon,
pero en el nombre del Señor las derroté.
11 Me rodearon por todos lados,
pero en el nombre del Señor las derroté.
12 Me rodearon como avispas,
pero su furia se apagó como fuego de espinos;
¡en el nombre del Señor las derroté!
13 Me empujaron con violencia, para que cayera,
pero el Señor vino en mi ayuda.
14 Yo canto al Señor, que me da fuerzas.
¡Él es mi Salvador!
15 En las casas de los hombres fieles
hay alegres cantos victoriosos:
«¡El poder del Señor alcanzó la victoria!
16 ¡El poder del Señor es extraordinario!
¡El poder del Señor alcanzó la victoria!»
17 ¡No moriré, sino que he de vivir
para contar lo que el Señor ha hecho!
18 El Señor me ha castigado con dureza,
pero no me ha dejado morir.
19 ¡Abran las puertas del templo,
que quiero entrar a dar gracias al Señor!
20 Ésta es la puerta del Señor,
y por ella entrarán los que le son fieles.
21 Te doy gracias, Señor, porque me has respondido
y porque eres mi salvador.
22 La piedra que los constructores despreciaron
se ha convertido en la piedra principal.
23 Esto lo ha hecho el Señor,
y estamos maravillados.
24 Éste es el día en que el Señor ha actuado:
¡estemos hoy contentos y felices!
25 Por favor, Señor, ¡sálvanos!
Por favor, Señor, ¡haz que nos vaya bien!
26 ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!
Bendecimos a ustedes desde el templo del Señor.
27 El Señor es Dios; ¡él nos alumbra!
Comiencen la fiesta y lleven ramas
hasta los cuernos del altar.
28 Te doy gracias y alabo tu grandeza,
porque tú eres mi Dios.
29 Den gracias al Señor, porque él es bueno,
porque su amor es eterno.
Evening Reading 2
Salmos 111
1 ¡Aleluya!
Alabaré al Señor de todo corazón
en la reunión de los hombres honrados,
en la comunidad entera.
2 Las obras del Señor son grandes,
y quienes las aman, las estudian.
3 Su obra es bella y esplendorosa,
y su justicia permanece para siempre.
4 Ha hecho inolvidables sus maravillas.
El Señor es tierno y compasivo;
5 da alimentos a los que lo honran;
¡se acuerda siempre de su alianza!
6 Mostró a su pueblo el poder de sus obras,
dándole lo que era posesión de los paganos.
7 Lo que él hace es justo y verdadero;
se puede confiar en sus mandamientos,
8 pues son firmes hasta la eternidad
y están hechos con verdad y rectitud.
9 Dio libertad a su pueblo
y afirmó su alianza para siempre.
Dios es santo y terrible.
10 La mayor sabiduría consiste en honrar al Señor;
los que lo honran, tienen buen juicio.
¡Dios será siempre alabado!
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