La Comunión Mundial de Iglesias Reformadas celebra 150 años de fe y comunión
La celebración del culto del domingo mezcla música, pompa y predicación para producir un servicio jubiloso
CHIANG MAI, Tailandia - Con música conmovedora, animada pompa y sinceras predicaciones, la Comunión Mundial de Iglesias Reformadas (CMIR) celebró el domingo su 150 aniversario en en un culto tan emotivo como jubiloso, una celebración que llenó los corazones, removió los recuerdos y dibujó sonrisas en todos los rostros.
El servicio se abrió a lo grande: una banda de música y un equipo de banderas desfilaron por la sala, encarnando el tema del 27º Consejo General, "Persevera en tu testimonio" Desde el principio, el culto irradió sabor internacional: cuatro versiones de "Hallelujah" levantaron el espíritu de la congregación, cada una de ellas reflejando una parte distinta del mundo: el Caribe, una melodía de la escuela dominical estadounidense, Palestina y Siria.
Un trío de jóvenes adultos dirigió la letanía "Recordando nuestra historia", entretejiendo en Salmo 89:15, recordando a los reunidos las generaciones que han dado forma al largo y fiel camino de la Comunión.
Voces del pasado y del presente
En un emotivo discurso, el Rev. Dr. Allan Boesak, que dirigió la Alianza Reformada Mundial de 1982 a 1990, reflexionó sobre cómo la fidelidad de Dios transforma el miedo en valentía. "Podemos perseverar y perseveraremos", dijo, "no porque pensemos que tenemos todas las respuestas, sino porque la fidelidad de Dios lo cambia todo"
La profesora Jane Dempsey Douglas, presidenta de 1990 a 1997, apareció a través de un vídeo y pronunció unas palabras de agradecimiento por décadas de servicio y misión compartida. "Mi compromiso con las iglesias reformadas desafió mi enseñanza y enriqueció mi vida", dijo. "Ha sido un privilegio trabajar con colegas extraordinarios de todo el mundo"
Desde Indonesia, el Rev. Dr. Kadarmanto Hardjowasito, presidente del Consejo Ecuménico Reformado (2000-2005), instó a continuar la reforma y la renovación: "El mundo necesita un testimonio reformado que esté con los pobres, cuide la Creación y diga la verdad con amor. ¡A Dios sea la gloria! ¡Feliz cumpleaños!"
La actual presidenta de la CMIR, la reverenda Najla Kassab, habló de un viaje "tejido con valentía, oración y reforma" Recordó a la Comunión que "el mismo Espíritu que dio poder a nuestros antepasados nos llama ahora a seguir adelante, confiando en que el que comenzó una buena obra entre nosotros la llevará a término"
Música que movía el alma
Uno de los momentos musicales más destacados fue una poderosa interpretación tailandesa de "How Great Thou Art," animada por un gran coro local y un estruendoso redoble de tambores que recorrió la sala.
Basándose en Hebreos 12:1-2a, el Rev. Dr. Jerry Pillay, secretario general del Consejo Mundial de Iglesias, pronunció un sermón titulado "Perseveremos en nuestro testimonio ecuménico." Su mensaje instó a los fieles a aferrarse a la fe, incluso en medio de las crisis mundiales.
"¿Cómo podemos mantener la fe", preguntó, "cuando miles de personas mueren en Palestina, Ucrania, Sudán y más allá? Cuando se niega la ayuda a quienes más la necesitan" Su respuesta: a través de la "gran nube de testigos" que recuerdan a los creyentes que Dios vencerá. "Perseveramos en nuestro testimonio ecuménico", dijo, "porque en el fondo de nuestros corazones sabemos que, a pesar de nuestras circunstancias, la justicia, la paz y el amor de Dios prevalecerán"
Lavatorio de pies y banquete
Uno de los momentos más conmovedores fue cuando el Rev. Dr. Setri Nyomi, secretario general interino de la CMIR, y el Rev. César García, secretario general del Congreso Mundial Menonita, se lavaron los pies mutuamente, un poderoso acto de humildad y reconciliación.
"No dejaremos que el miedo o la desconfianza nos aparten de esta vocación", afirmó Nyomi. García añadió: "Nos comprometemos a aprender unos de otros compartiendo la riqueza y diversidad de nuestras tradiciones"
Incluso la ofrenda se convirtió en una celebración. Cuando el himno zulú "Hamba Nathi" llenó el aire, los fieles rompieron a bailar espontáneamente, llevando sus regalos al frente entre risas y alegría antes de volver bailando a sus asientos.
El servicio concluyó con un último acto de confraternidad: los miembros de la Iglesia de Cristo en Tailandia ofrecieron un banquete, repartido por la primera planta del Centro de Convenciones del Hotel Empress. "¿Qué es una celebración familiar sin comer juntos?" Bromeó Nyomi, captando la esencia del día: una comunidad unida no sólo por la fe, sino por la alegría, la gratitud y el amor compartidos.
Rvda. Jihyun Oh, Secretaria permanente de la Asamblea General y Directora Ejecutiva de la Agencia Unificada Provisional Más información: aquí y aquí.
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