Imagen de la destrucción en Puerto Rico causada por el huracán María, noviembre del 2017 – Foto por Rick Jones

Imagen de la destrucción en Puerto Rico causada por el huracán María, noviembre del 2017 – Foto por Rick Jones

El liderazgo de la Iglesia Presbiteriana (EE. UU.) emitió una declaración para conmemorar el primer aniversario del impacto del huracán María en Puerto Rico. El huracán de categoría 4 azotó la isla el 20 de septiembre del 2017, forzando a millones de personas a dejar sus hogares, destruyendo la infraestructura de energía de la isla y dejando miles de muertos.

En una declaración publicada hoy, el liderazgo de la IP (EE. UU.) hace un llamado a las iglesias para que continúen apoyando los esfuerzos de recuperación.

«La IP (EE. UU.) recordará las dificultades y las pérdidas, así como los momentos de gracia. La IP (EE. UU.) buscará ser fiel al discernir lo que el Señor nos exige para satisfacer las necesidades inmediatas y a largo plazo de Puerto Rico. En solidaridad con nuestra familia de la iglesia puertorriqueña, llamamos a toda la iglesia a prestar atención a lo que se revela. Instamos a toda la iglesia a continuar trabajando con el Programa Presbiteriano de Asistencia en Desastres mientras apoyan la recuperación de la isla».

La carta está firmada por el Reverendo Dr. J. Herbert Nelson II, secretario permanente de la IP (EE. UU.); la Reverenda Dra. Diane Moffett, directora ejecutiva de la Agencia Presbiteriana de Misión; y Cindy Kohlmann y Vilmarie Cintrón-Olivieri, co-moderadoras de la 223ª Asamblea General (2018).

Las co-moderadoras se unirán al Programa Presbiteriano de Asistencia en Desastres en Puerto Rico esta semana para reunirse con iglesias en medio de la recuperación.

A continuación, lea la carta completa:

¿Qué requiere el Señor de nosotros?
Conmemoración del 1r aniversario de
la devastación del huracán María en la Isla de Puerto Rico

El 20 de septiembre del 2018 conmemoramos el primer aniversario de la devastadora llegada del huracán María a Puerto Rico. Nuestra solemne atención a este momento de conmemoración se hace más conmovedora mientras oramos y comenzamos a responder humanitariamente a las decenas de miles de personas afectadas por el huracán Florence en el Atlántico y el tifón Mangkhut en el sudeste asiático. Como dijo el apóstol Pablo, cuando una parte del cuerpo sufre, todos sufrimos (1 Cor. 12:26).

A lo largo de las Escrituras, el pueblo de Dios tiene el desafío de prestar atención a lo que se revela mientras la Iglesia se esfuerza por dar un testimonio fiel del evangelio en tiempos de desafíos y crisis particulares.

El huracán María es tal evento. Según los números, María es una tormenta histórica: el 100 por ciento de la electricidad se vio afectada, la abrumadora mayoría del pueblo puertorriqueño no tuvo acceso a agua potable, servicios médicos, gasolina y, en muchos casos, alimentos durante meses. Doce meses después de la tormenta, algunas áreas de la isla permanecen sin servicios básicos.

Es ahora cuando existe una comprensión generalizada de la amplitud de la devastación que María engendró. Miles de ciudadanos de EE. UU. en Puerto Rico murieron como resultado directo del huracán. Algunos estudios indican que el número de muertes llegó a 4.000. El huracán ha exacerbado el éxodo de la isla. Como consecuencia directa de la devastación causada por María, las estimaciones sugieren que Puerto Rico podría perder hasta 470,000 residentes entre los años 2017 y 2019. La iglesia debe prestar atención.

A lo largo de las escrituras, el pueblo de Dios está obligado a recordar, a actuar; y vivir en la visión de Dios de un cielo nuevo y una tierra nueva. ¿Qué requiere el Señor de la iglesia para enfrentar tantos fracasos, para proteger y cuidar a los ciudadanos de los EE. UU.? ¿Qué requiere el Señor de la Iglesia para que se pongan al descubierto las realidades políticas y económicas preexistentes e injustas y comencemos a comprender en qué medida éstas exacerbaron la catástrofe?

La IP (EE. UU.) recordará las dificultades y las pérdidas, así como los momentos de gracia. La IP (EE. UU.) buscará ser fiel al discernir lo que el Señor nos exige para satisfacer las necesidades inmediatas y a largo plazo de Puerto Rico. En solidaridad con nuestra familia de la iglesia puertorriqueña, llamamos a toda la iglesia a prestar atención a lo que se revela. Instamos a toda la iglesia a continuar trabajando con el Programa Presbiteriano de Asistencia en Desastres mientras apoyan la recuperación de la isla.

Estamos agradecidos de que las co-moderadoras estarán con ustedes esta semana para solidarizarse y afirmar que, con su presencia en Puerto Rico y la familia de fe a la cual sirve y atestigua en este lugar, no se olvidan.

Stated Clerk Signature

Rvdo. Dr. J. Herbert Nelson, II
Secretario Permanente
Iglesia presbiteriana (EE.UU.)

Diane Moffett Signature

Rvda. Dra. Diane Moffett
Directora ejecutiva
Agencia Presbiteriana de Misión

Cindy Kohlmann Signature
Rvda. Cindy Kohlmann
Co-moderadora
223a Asamblea General (2018)         

Vilmarie Cintrón-Olivieri Signature
Vilmarie Cintrón-Olivieri
Co-moderadora
223a Asamblea General (2018)